Suenan voces, viven campos,
ríen sistemas carismáticos,
brotan siniestros dilemas estelares,
de abrigos grises, pies congelados.
Pacientes esperas de risas simples,
pasos breves y sentados,
ruidos de gozos, paredes blancas,
estrictos momentos a pedazos.
La mirada se pierde al infinito,
los roces corrientes empapados,
los bordes vivientes en un beso,
una mañana perfecta sin descanso.
Este recuerdo perfumado, vitral exacto de mi alma,
de bellas brisas nubarrones,
subterraneos movimientos que alimentan,
dan delicias dádivas de tu boca,
caricias y calor no igualados,
exquisitos espacios y cometas,
sintuosos días en abrazo.
Vivo a diario en tu memoria
y mi alma entera esta colmada,
de mi bien celeste en tu regazo,
ansiando el aliento puro de tu danza,
ansiado estero cada trazo,
de tu ser completo a mi entrañado.
Amando todo cuanto te amo.
Te amo Marité.