Son espejos, son sonidos,
son prismas que transforman,
son siluetas que acompañan,
son espíritus amables y ensoñaciones venideras,
son el ápice contacto de un párpado feliz,
son estelas estelares de una estrella en agonía,
son presagios bien fundados de una nota que canta,
son misterios incontables,
son supuestos irreales,
son abrazos parsimoniosos,
son el estímulo exacto,
son el empuje necesario,
ese grito vivaz, esa llama compacta,
ese beso encantador.
Son las ganas de andar, de caminar intocable,
son las voces de mis vientos,
apasionados amigos, cuidadosos testigos,
mirones y preocupados son.
Mi amor y mi sereno,
mi mujer y mi niño,
son el aura de la vida,
el motivo a mi sonrisa.
Para mi mujer Marité y nuestro pequeño Matías. Los amo como ni se imaginan y la felicidad que nace con tan solo pensar en ustedes, me hace grande.
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