viernes, 26 de agosto de 2011

“Momentos privados”

Los caminos, los sueños, los días,
yacen tirados en el breve pavimento,
tomando brisa, pañuelo al sol,
asumiendo del origen
de un momento el brillo eterno ,
de los besos en el cuello,
de las manos en el andar,
recorriendo impávidas a la angustia del tacto,
los centímetros novatos
de tus dientes, de tus senos.
De ambos cuerpos dispuestos al sudor,
anhelantes del bamboleo que penetra,
de la llama fértil de la práctica soberbia,
del desenfreno extremo de virtudes,
de los olores amables que asemejan lo inmortal.
Cuerpos de alma lujuria y amor,
deseosos perpetuos del aire del otro,
lamiendo, tomando, bebiendo,
de todo aquel desbordante caudal,
de conciencia, cariño y perfección,
formada en dos espectros, cuerpos vitales
sedientos y carnales,
que en la dicha del encuentro vivaz,
caminan libres al amparo de Dios.
De tu mano siempre nunca nada nos detendra. Te adoro María Teresa Valdés Silva.

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