No soy, no he sido ni jamás seré,
ni andrajo ni dinero,
tan solo un grito moribundo,
en la vacía ala negra de la tarde.
Tirado en el piso, barriendo con los ojos
el andén estrepitoso, no soy,
nunca he sido ni jamás soñé.
Alimento de carroña y carroña en ruinas,
una suma inmensa y completa,
nunca he sido, no ser,
hombre, bestia, diablo o Dios,
nunca lo fui, ni podré,
tomar del vaso roto,
hendir la boca hasta el fondo,
no he tenido ni tendré,
polvo en el cielo,
ni nubes en los pies,
jamás fui, jamás he ni poder,
tomar la historia con estas manos,
arañar lo humano y reír,
comer de la vida solo un gramo,
jamás he vivido ni viviré.
Solo hay una idea,
una completa e inexistente piel,
jamás, nunca, no soy, no he sido
y nunca en la vida,
seré.
Revisar – resignar – punto y fin.
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