Del hastío
sollozante, vergonzoso y vulgar,
las llamaradas
humeantes
y esa mente seca
impiden,
atrevidas y
malversas,
las ideas planas y
volátiles del pensar,
las ganas fecundas y
directas
han ahuyentado las
fértiles manos ya sin vida,
los pensamientos
cobardes y atribulados
pecaminosos instantes
de silencio,
brotes celestes de
una gris inmensidad,
densos minuciosos y
advertidos retazos
transmiten filtros
por lo poros,
han vertido afanes y
desgano.
Cama, quietud,
inmovilidad,
tareas van idas y
regresan presurosas,
incongruencias
fervientes
que limitan el deseo
puro y sensato
fatídicos segundos de
eterno andar,
cabizbajos aludes y
terribles sequias,
cerebro a saltos,
respiros cortos y
bocanadas de aire caliente,
las ideas molestas y
enfurecidas
llenan barullos y
dibujan noches,
vacios y un sin dudar
absurdo
de la soledad
inmortal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario