Una sinfónica esquizofrenia,
una volátil
sensación,
un cúmulo aspirante
de sentidos,
un respiro en el alba
noctámbula,
una etérea y ardiente
idea,
la penetrante y
socorrida agonía,
una extrapolación
inimaginable en la piel,
una áspera y serena
contradicción,
un idilio alcanzable
con la lengua,
una sintonía aullante
y urdida,
una extraña maleta
con flores,
un sol radiante y
sonrojado,
una corona dorada en
esa voz,
un respiro ferviente
y un colapso en la columna vertebral,
una técnica precisa e
infantil,
un día verde, extraño
y cobijante,
un sereno sentido de
aislamiento,
una virtuosa y entera
conjunción.
Un sí quiero, un tal
vez o quién sabe,
un diurno sentido de
pertenencia,
la felicidad
completa, la esperanza pasajera,
la seguridad estelar
y los dientes
apretados,
solo por las ganas,
solo por las codicias,
solo por besarte y
vivir en paz.
Una pequeña lista de las cosas que me haces sentir María Teresa Valdés. Me llevas de un extremo a otr y ningún día es como el anterior. Te amo con todas mis ganas y todo mi ser.
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