lunes, 5 de septiembre de 2011

“Amantes”


Momentos reflectantes,
sempiternos adornos de una dicha que emerge,
de los destellos audaces que generan en mi,
en mi cuerpo y en mi alma
el sabor latente de un beso de esos tuyos,
de una caricia de tu piel,
sentidos perdidos y encontrados,
elaborados elementos de ternura y fotografía.
Elevas mi ser, elevas mi todo,
contribuyes a las ansias y a la risa,
retornas tras tus manos la alegría perdida,
serenas los sueños y el descaro de esta conciencia.
Haz tomado de mis entrañas aquel vacío complejo,
lo haz abrazado, besado y amado,
convirtiéndolo gratis en la ilusión misma,
ilusión de diamante, ilusión de antaño,
de hoy y mañana, de reyes alegres,
sujetos íntegros de papel, de papel y cartón bordado.
Das a mi andar el alma adormecida,
el huérfano sentimiento de un sólido roquerio,
olvidado de llanto, aliviado de dolor,
cubierto al fin de un concepto desterrado,
retorcido, oxidado, eterno a tu amable mirada,
sereno a tu dulce sonrisa, a la calidez de tu cuerpo,
a la cercanía lozana que emana de la unión de nuestros todos,
de nuestras nadas,
de las ilusiones presentes
y los sueños por crear.
Germinas en mis yagas la idea estricta,
 fija e invariable,
la idea inmutable e inamovible,
la idea concreta, fruto cierto de amarte,
el efecto innato, profundo y creciente de extrañar de ti,
tanto como la vida exija,
tanto como mi pecho soporte,
de esa explosión inminente del sentido perfecto
que ha de ser en mi el de beber de tus labios,
la dulce miel que conforma mis esperanzas.



Haces que la vida tenga colores, aromas y sentidos. Complejos que inundan mis días. Te amo con el alma María Teresa Valdés Silva

No hay comentarios:

Publicar un comentario