martes, 13 de septiembre de 2011

"Explicaciones o razones del porqué te amo"


“Primera explicación o razón del porqué te amo”

                Mientras aquel hombre paseaba cansado por el aire, pensaba imbuido en su mente, que la única razón por la que los cangrejos no vuelan es por que tienen los dedos de los pies retraídos hacia el ala izquierda, pero en cuanto se le ocurrió a aquella mente divagante el concepto del significante "ala", brotaron de él un sin número urgente de raíces de papel, a lo que el sujeto humeante de aquel significativo acontecimiento logró solo deducir que cuando los pensamientos vuelan hacia el mundo intrínseco de la anti-materia, las litosideritos del ambiente no son capaces de establecer contactos comunicativos con el exterior de la dimensión contigua, de ahí en cuando que los sueños de los hombres enamorados se traduzcan en la angustia que provoca la ausencia de la mujer que es musa de sus días. Sueños que pronto tomarán forma.

“Segunda explicación o razón del porqué te amo”

La interpretación toma como fundamento la percepción, pero cuando el sujeto cuestionado, o para bien cabo del vulgo “en cuestión”, toma proceso dentro del ámbito de la referencialidad concreta de los efectos de los hechos que se realizan y la sumisión de su voluntad, tanto a un nivel prosopográfico como etopéyico e incluso retratista, es consecutiva de los designios de lo que su alma considera una fuente perfecta de realización particular con el objeto de una concreción mutua de vida, tomando en consideración a la otra parte (variable) del fenómeno. Podemos decir sencillamente que aquel sujeto se encuentra bajo las alas o más bien envuelto en el manto de aquel concepto que todos denominamos amor, que tal vez para él no había significado mucho, pero que gracias al cambio en la percepción señalada anteriormente, su interpretación de los hechos y del contexto mismo se modifica obligatoriamente por la añoranza de la figura amada. Simple consecución.

“Tercera explicación o razón del porqué te amo”

Si un niño toma en sus manos un poco de lodo, lo amasa, lo moldea y le incrusta toda su imaginación al contorno, logra inequívocamente cualquier elemento perteneciente al mundo de sus fantasías. Entonces si un hombre toma a una mujer especial, la toca, la besa, la abraza, la cuida, la ama y si además le pone un poco de esfuerzo, ¿no sería extraño pensar que la haría feliz? Principio de Parsimonia .

“Cuarta explicación o razón del porqué te amo”

Cuando el aire entra en una nariz, atraviesa una humanidad y llega a unos pulmones cuando el sujeto amado esta lejos, es como si aquel simple acto quemara, como si se agotara la vida y alargaran más los días. Es como si la existencia misma volviese a ir hacia atrás y el tiempo se volviera viejo esperando el momento, para que ambos sujetos se expresaran nuevamente en vivo y en directo, esas palabras mágicas que los harán temblar. Una atracción compleja.

“Quinta explicación o razón del porqué te amo”

Pues cuando el sol entra lentamente por los páramos bríos y ajenos del contorno de tu mente, mi piel sonríe firme al alero tranquilo de tus dedos recorriendo mi ser y mi boca enlazada a la tuya. No es más que amor.
“Sexta explicación o razón del porqué te amo”

¿Cómo podría el viento velar y dejar quieto el fuego del mar? No hay más leyes que las que provee el sujeto mismo, tomando bajo consideración todos los exquisitos momentos que fluyen tras tus sábanas tibias y pacíficas. Pero si en algún momento del tiempo las nubes se detienen, bajan a la tierra, te abrazan con sus pétalos y te cubren de amor, yo volaré presuroso a dilucidar las ideas de los mundos platónicos bajo el azul contorno estelar de tu alma. Amor seguro.

“Séptima explicación o razón del porqué te amo”

Porque en el momento preciso en que los amantes troyanos sucumbieron ante las dagas y llamas, los deseos furtivos de un escape a tu ser invadieron la misma existencia mía que aún no hacía origen y entonces decidí, absolutamente convencido, que amarte a ti, sería tan solo el único momento que podría durar y alcanzar el infinito, confiado siempre en que la voluntad de los días, harían inmune al paso del sendero, la distancia añeja que jamás podrá con nosotros y los deseos malvados que huyen ante nuestros besos. Historias realmente sin fin.



Siete, una para cada día. Ni te imaginas cuánto te amo María Teresa Valdés Silva, espero ya lo sepas.

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